
ABRAHAM VALDELOMAR PINTO
Nació en Ica, el 27 de abril de 1888. Sus padres fueron Anfiloquio Valdelomar y Carolina Pinto. Pasó su infancia en Pisco, cuyo puerto y el mar influyeron más tarde en su obra. Estudió secundaria en el colegio Guadalupe de Lima.
En 1905, ingresó a la Facultad de Letras de la Universidad
de San Marcos. Sin embargo, dejó las clases al año siguiente para trabajar como
dibujante en las revistas Monos y Monadas y Actualidades. Sus primeros poemas
los publicó en la revista Contemporáneos; y sus primeros cuentos aparecieron en
Variedades e Ilustración Peruana.
Su obra temprana fue influenciada por Manuel González Prada:
poemas, crónicas periodísticas y cuentos, así como dos destacadas novelas
cortas: La ciudad de los tísicos (1911) y La ciudad muerta (1911), en las que
es patente la devoción del autor por Gabriele D'Annunzio.
En 1912 apoyó la candidatura presidencial de Guillermo
Billinghurst quien al ganar lo nombró Director del diario El Peruano. En 1913
viajó como diplomático a Roma, donde escribió su obra más importante, El Caballero Carmelo.
A su regreso a Perú, tras el derrocamiento de Billinghurst,
en 1914, trabajó como secretario personal del polígrafo peruano José de la Riva-Agüero, bajo cuya influencia escribió La mariscala, biografía novelada de
Francisca Zubiaga, esposa del presidente Agustín Gamarra.
Volvió a ejercer como periodista en La Prensa, donde usó el
seudónimo de "El Conde de Lemos". Se hizo asiduo del Palais Concert,
donde fundó influyente Revista Literaria Colónida y encabezó el movimiento
intelectual del mismo nombre, de corte esteticista. Ese mismo año publicó Las
voces múltiples, donde aparecen sus famosos poemas Tristitia y El hermano
ausente en la cena pascual.
En 1919 representó a Ica en el Congreso Regional del Centro
y en una reunión, en Ayacucho, sufrió una caída que le provocó la muerte.
Falleció el 3 de noviembre de 1919.